Mi aventura con Sakamichi no Apollon (Kids on the Slope)
empezó al comprarme todos los mangas de la colección a “Milkyway Ediciones”
para reyes puesto que ya tenía los dos primeros y me había quedado en vilo.
La verdad es que me leí los 9 tomos más el bonus en tan solo
tres días y me gustó muchísimo. Tanto que le puse un 10, pero esto no pretende
ser una reseña de todo el manga completo si no una comparación entre el manga y
el anime, sobretodo de los capítulos finales por lo que aviso de que habrá SPOILERS.

Desgraciadamente no todo podía ser bueno y mis malos
presagios comenzaron desde que vi la cantidad de episodios que tenía: la
friolera cantidad de 12 episodios. 12. Doce episodios para 9 tomos en los que
ocurren bastantes cosas pero a la vez con el ritmo suficientemente pausado que
necesita todo para desarrollarse.
Con esa premisa lo empecé con miedo porque estaba viendo que
o se saltaban cosas o era imposible. Y efectivamente, pasó lo que me temía, los
últimos episodios han sido apresurados a más no poder. Esto es algo que me ha
fastidiado mucho porque los episodios finales del manga eran básicamente la
esencia y el mensaje realista que quería transmitir.
Durante los episodios 7-8 ya me empecé a quejar por
twitter ya que habían hecho la relación
de Ricchan y Kaoru (la pareja principal) súper apresurada pero que hasta el
momento nada grave. El problema está en el final.

Nos graduamos con un futuro incierto, preguntándonos si el
camino que hemos elegido es el correcto o incluso resignándonos a uno que ni es
nuestro sueño, ni nos gusta ni es nuestra vocación. Vemos cómo todas nuestras
amistades que pensábamos eran para siempre se alejan y toman sus propios
caminos para no volver a verles y cómo ese amor por mucho que se haga una
promesa eterna de continuarlo aunque sea a distancia, al final se va enfriando
y termina acabando…
Esto les pasa a Kaoru y Ricchan, el estar separados al final
afecta. Kaoru no lo lleva tan mal, pero Ricchan lo pasa fatal e incluso se mete
en una relación tóxica donde su novio es violento y espanta a Kaoru con un
malentendido haciéndole pensar que ya se ha olvidado de él. Vemos cómo Kaoru lo
acepta porque es algo que puede pasar y continúa con su vida lo más feliz que
puede.

Vemos cómo tras estar trabajando de médico, encuentra una
pista de donde puede estar Sen, y el camino difícil que recorre buscándole,
preguntando en el bar donde toca y por todos lados, incluso se encuentra con
Jun que también le ayuda a buscarle.
Al final se encuentran los dos y un poco más adelante, los
tres, cómo Kaoru y Ricchan arreglan el malentendido y vuelven a salir juntos… (todo
esto en la boda de la hermana de Sen). Y finalmente lo mejor, tocan todos
juntos aquella canción que no pudieron tocar en el festival.

Otro punto negativo que le doy al anime es que se pierde
esa esencia del Japón de los años 60 tanto por cómo apresuran las cosas como
por el tinte que le dan a la historia y que sin embargo cuando lees el manga,
te inunda de todas esas sensaciones de las que el anime carece y es precioso.
Al manga le doy un 10, al anime un 7 por mucho que me duela.
El anime sin el manga se convierte en uno de esos que pasa sin pena ni gloria,
que lo va a olvidar a las 2 horas.
El manga lo recomiendo al 100% y por favor, si podéis,
pillaros el volumen bonus que lo vais a agradecer. Este cuenta detalles que no
pudieron decir en el manga como el motivo por el que el padre de Ricchan abre
la tienda de discos (el cual es muy emotivo), cómo Ricchan deja esa relación
abusiva, cómo Sen llega a elegir su profesión, la vida de Yurika y Jun una vez
que se van a Tokyo y sobre todo, el futuro de todos, años después de ese
reencuentro el cuál es precioso y sabes
qué ha pasado básicamente con todos.
Siento haber dicho todo el final del manga pero lo creía
totalmente necesario para entender bien las grandes diferencias que ha habido
entre ambos puesto que son muy notables e importantes.
Sin más me despido hasta la próxima vez que vengan las musas
a inspirarme.
~Trixer~