martes, 6 de marzo de 2018

Kids on The Slope (Sakamichi no Apollon) - Comparativa ente anime y manga




Mi aventura con Sakamichi no Apollon (Kids on the Slope) empezó al comprarme todos los mangas de la colección a “Milkyway Ediciones” para reyes puesto que ya tenía los dos primeros y me había quedado en vilo.

La verdad es que me leí los 9 tomos más el bonus en tan solo tres días y me gustó muchísimo. Tanto que le puse un 10, pero esto no pretende ser una reseña de todo el manga completo si no una comparación entre el manga y el anime, sobretodo de los capítulos finales por lo que aviso de que habrá SPOILERS.

Puesto que el manga me gustó tanto, decidí irme a ver el anime de cabeza ya que si el manga era bueno, el anime que tenía los recursos suficientes para poner todas las piezas de Jazz que salen en la historia, lo mejoraría más.


Desgraciadamente no todo podía ser bueno y mis malos presagios comenzaron desde que vi la cantidad de episodios que tenía: la friolera cantidad de 12 episodios. 12. Doce episodios para 9 tomos en los que ocurren bastantes cosas pero a la vez con el ritmo suficientemente pausado que necesita todo para desarrollarse.

Con esa premisa lo empecé con miedo porque estaba viendo que o se saltaban cosas o era imposible. Y efectivamente, pasó lo que me temía, los últimos episodios han sido apresurados a más no poder. Esto es algo que me ha fastidiado mucho porque los episodios finales del manga eran básicamente la esencia y el mensaje realista que quería transmitir.

Durante los episodios 7-8 ya me empecé a quejar por twitter  ya que habían hecho la relación de Ricchan y Kaoru (la pareja principal) súper apresurada pero que hasta el momento nada grave. El problema está en el final.

En los capítulos finales del manga, se muestra cómo es nuestra vida tras graduarnos en el instituto y dar ese gran salto que es la madurez:
Nos graduamos con un futuro incierto, preguntándonos si el camino que hemos elegido es el correcto o incluso resignándonos a uno que ni es nuestro sueño, ni nos gusta ni es nuestra vocación. Vemos cómo todas nuestras amistades que pensábamos eran para siempre se alejan y toman sus propios caminos para no volver a verles y cómo ese amor por mucho que se haga una promesa eterna de continuarlo aunque sea a distancia, al final se va enfriando y termina acabando…


Esto les pasa a Kaoru y Ricchan, el estar separados al final afecta. Kaoru no lo lleva tan mal, pero Ricchan lo pasa fatal e incluso se mete en una relación tóxica donde su novio es violento y espanta a Kaoru con un malentendido haciéndole pensar que ya se ha olvidado de él. Vemos cómo Kaoru lo acepta porque es algo que puede pasar y continúa con su vida lo más feliz que puede.

Precisamente vemos todo este camino en el manga, y lo duro que le resulta sacarse la carrera de médico porque no es algo que le apasione si no que le han impuesto en la familia. Cómo no puede dar clase todos los días porque en el Japón de los años 60 había muchas revueltas estudiantiles en busca de más derechos a la hora de estudiar y como vuelve a encontrar un refugio en el club de Jazz y en el bar que empieza a trabajar algunas noches.

Vemos cómo tras estar trabajando de médico, encuentra una pista de donde puede estar Sen, y el camino difícil que recorre buscándole, preguntando en el bar donde toca y por todos lados, incluso se encuentra con Jun que también le ayuda a buscarle.

Al final se encuentran los dos y un poco más adelante, los tres, cómo Kaoru y Ricchan arreglan el malentendido y vuelven a salir juntos… (todo esto en la boda de la hermana de Sen). Y finalmente lo mejor, tocan todos juntos aquella canción que no pudieron tocar en el festival.

El anime, el anime se por el forro todo este camino de maduez de todos, el cual me parece la parte más importante del manga. El encuentro de Sen y Kaoru no es tan emotivo porque no has visto ese camino que he mencionado, y cuando se encuentran con Ricchan más de lo mismo porque aquí  no te cuentan todo lo que pasaron ambos al separarse esos años (ni siquiera sabes si siguen juntos o no), por tanto no aprecias ese reencuentro como debes si no que parece más una reunión de antiguos alumnos. Y por supuesto no tocan juntos la canción “Moanin’” que no pudieron tocar en el festival.


Otro punto negativo que le doy al anime es que se pierde esa esencia del Japón de los años 60 tanto por cómo apresuran las cosas como por el tinte que le dan a la historia y que sin embargo cuando lees el manga, te inunda de todas esas sensaciones de las que el anime carece y es precioso.
Al manga le doy un 10, al anime un 7 por mucho que me duela. El anime sin el manga se convierte en uno de esos que pasa sin pena ni gloria, que lo va a olvidar a las 2 horas.

El manga lo recomiendo al 100% y por favor, si podéis, pillaros el volumen bonus que lo vais a agradecer. Este cuenta detalles que no pudieron decir en el manga como el motivo por el que el padre de Ricchan abre la tienda de discos (el cual es muy emotivo), cómo Ricchan deja esa relación abusiva, cómo Sen llega a elegir su profesión, la vida de Yurika y Jun una vez que se van a Tokyo y sobre todo, el futuro de todos, años después de ese reencuentro el cuál  es precioso y sabes qué ha pasado básicamente con todos.


Siento haber dicho todo el final del manga pero lo creía totalmente necesario para entender bien las grandes diferencias que ha habido entre ambos puesto que son muy notables e importantes.

Sin más me despido hasta la próxima vez que vengan las musas a inspirarme.

~Trixer~